El relojito
El relojito debe jugarse con una baraja española y de manera rápida para que sea más divertido. Para ello se reparten todas las cartas a todos los jugadores.
Por turnos se van tirando las cartas al centro para que todos puedan verlas a la vez que se va repitiendo el orden de la baraja: “as, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, sota, caballo y rey” -si nuestra baraja cuenta con ochos y nueves, también tendrán que decirse-. Si a alguien le coincide el número de la carta con el que ha dicho y el siguiente jugador se da cuenta, tendrá que quedarse con todo el montón que hay acumulado. Si este no se da cuenta, puede pasar a su turno y ser él quien tenga que quedarse con lo amontonado.
Pierde quien más cartas tenga al final de la partida.
Presidente
Se empieza repartiendo todas la baraja entre los jugadores que vayan a participar. Al que le toque el primer turno tiene que echar una carta, una pareja o un trío de iguales para que el siguiente iguale su jugada. Si a la mesa se ha echado, por ejemplo, un trío de ases, todos los siguientes tendrán que echar también tríos de cartas.
El ganador será quien se quede sin cartas el primero, que será el ‘Presidente’ en el siguiente turno; y el perdedor el que más tenga, que será ‘Culo’ en la siguiente partida. Para la ronda de después el presidente le dará sus dos peores cartas a ‘Culo’ y este le dará sus dos mejores al ‘Presidente’.
Se puede añadir en la partida la opción de ‘Vice-presidente’ y ‘Vice-culo’, que harán la misma función que ‘Presidente’ y ‘Culo’ pero, únicamente, con una carta.
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